“Estábamos durmiendo y a las dos de la madrugada nos llovieron misiles”
11.06.2024En conflictos anteriores, los ataques aislados a instalaciones de la ONU causaban conmoción e indignación. Sin embargo, en este se han vuelto tan comunes que se han normalizado. Se ha normalizado el horror.
El pasado 6 de junio, ocurría de nuevo. Otro ataque israelí a una instalación de Naciones Unidas en la franja de Gaza, esta vez una escuela de UNRWA en Nuseirat. Al menos 35 personas fueron asesinadas y decenas más resultaron heridas.
Esta escuela de UNRWA, en el campamento de personas refugiadas de Nuseirat, en el centro de la Franja, albergaba a unas 6.000 personas desplazadas. Muchas de ellas procedían de los campamentos de Al-Bureij y Al-Maghazi, de los que se vieron obligadas a huir debido a la violencia.
Los testimonios de las personas que se encontraban en la escuela-refugio en el momento del ataque son aterradores. “No sé qué pasó. Estábamos durmiendo y a las dos de la madrugada nos llovieron misiles. Nos sacaron de debajo de los escombros y lo único que vimos fue metralla, escombros y polvo”, cuenta Musab, un joven de 17 años que se refugiaba en la escuela junto a su familia.
Su padre fue asesinado por el ataque y él sufrió heridas por todo su cuerpo. “Ayer perdimos a nuestro padre. Nos cayeron bloques de hormigón y, de repente, nos encontramos rodeados de muertos y heridos. Todos los miembros de mi familia resultaron heridos o murieron”, se lamenta Musab.
“Estoy en shock y no puedo comprender que mi padre esté muerto. ¿Cómo viviremos? ¡Todos mis hermanos son tan pequeños! Nuestro apoyo y nuestra columna vertebral se han roto”.
Este terrible episodio de violencia se suma a los más de ocho meses de bombardeos, desplazamientos y asedio que sufre la población de Gaza. La salud mental de las personas está completamente devastada. “Hemos sido desplazados seis veces para mantenernos a salvo, buscando refugio en las escuelas de UNRWA. Es la situación más difícil que he experimentado”, asegura Musab.
Desde octubre de 2023, las escuelas y otras instalaciones de UNRWA en Gaza se han transformado en refugios de emergencia para miles de personas. Alrededor de 1,7 millones de personas han sido desplazadas de manera forzosa por la violencia y muchas de ellas en varias ocasiones.
Más de 180 instalaciones de la ONU han sido dañadas desde que se iniciaron las hostilidades. Casi 500 personas que se refugiaban en ellas han sido asesinadas y más de 1.470 heridas.
Estas escuelas, como el resto de los edificios de Naciones Unidas, no deben ser un objetivo nunca. Tal y como explica el Comisionado General de UNRWA, Philippe Lazzarini, “atacar las instalaciones de la ONU o utilizarlas con fines militares no puede convertirse en la nueva norma”.