El nacimiento de Adam, una carrera por un parto seguro en Gaza
24.11.2023“Tuve dos minutos para llenar una bolsa con lo que pudiera para mi bebé”. La madre del recién nacido Adam dio a luz en mitad del horror y del caos más absoluto en Gaza.
La recién mamá es residente del campamento de Jabalia, del área de Riyad Al-Salihin. Vivió un infierno en los últimos momentos de su embarazo para poder dar a luz a su bebé de manera segura. Pero recordemos, en Gaza, ningún lugar es seguro.
Cuando sintió que no podía más, que su hijo estaba en camino, trató de buscar una ambulancia que la trasladara al hospital, pero no pudieron atenderla por el alto número de pacientes que estaban siendo trasladados en ese momento debido a los ataques aéreos israelís. “Pasé tres horas intentando encontrar un coche, pero nadie pudo localizarnos”, explica. “Finalmente encontramos un coche que nos cobró 300 shekels por ir hasta Khan Younis”, al sur de la Franja.
Aquí no finalizó el calvario para la madre de Adam. “Mientras íbamos por la calle Salah Al-Din, hubo un ataque aéreo en el lado opuesto de la calle”, recuerda con miedo. En estos momentos, hay una línea demasiado delgada entre la vida y la muerte en Gaza.
Finalmente, Adam nació en un hospital de la Media Luna Roja y tanto él como su madre fueron atendidos por un equipo médico que no los dejaron solos en ningún momento. “Mi marido, mi madre y mi hermano estaban conmigo”, explica aliviada.
La crisis humanitaria en Gaza está suponiendo un peligro constante para las madres y para sus hijos e hijas. Se estima que hay 50.000 mujeres embarazadas en la Franja y que más de 180 dan a luz cada día, en un contexto de hospitales colapsados, falta de medicamentos y cesáreas sin anestesia.
Los especialistas de UNRWA están atendiendo a las mujeres embarazadas y a los bebés, a pesar de los riesgos y de la complicada situación. Las matronas están brindando atención en los nueve centros de la Agencia que siguen operativos. Al día, se atienden cientos de casos posparto y embarazos de alto riesgo.
Además, algunas madres con sus bebés se refugian en las escuelas de UNRWA. Allí, apenas hay espacio para la intimidad y la masificación está provocando la propagación de enfermedades infecciosas.
A pesar de los esfuerzos del personal de UNRWA, la situación es terrible. Muchos bebés están viniendo al mundo desplazados y sin un lugar seguro. Recordamos que los civiles deberían estar protegidos en todo momento según el derecho humanitario internacional.