Bisan: cómo mejorar la calidad de vida en Gaza apostando por las energías renovables  

En la franja de Gaza, donde el bloqueo israelí provoca escasez de recursos naturales, como el agua o el suelo, y cortes de electricidad muy a menudo, las soluciones innovadoras para cuidar el medioambiente y desarrollar las energías renovables son cada vez más necesarias.  

Bisan Al Mabhuh tiene 22 años y es refugiada de Palestina. Vive en el campamento de Bureij, en Gaza, y fue una de las cinco mejores estudiantes de su clase en la escuela de UNRWA. En la actualidad, es una de las primeras estudiantes de ingeniería de energías renovables en la Franja y desea enfocar sus proyectos de investigación a mejorar la calidad de vida de las personas en Gaza, mientras cuida el medioambiente.  

A pesar de su juventud, Bisan ya está trabajando en un proyecto que puede ayudar mucho a los problemas que sufre la población en Gaza por culpa del bloqueo. El proyecto de Bisan se llama ‘Panel solar autolimpiable automatizado’ y se centra en la limpieza de las placas solares. “Al estar cubierto de polvo, la eficiencia de la producción de energía disminuye entre un 60% y un 70%”. Según Bisan y otras personas expertas, el polvo en las placas solares tiene el mismo efecto que la sombra, por lo que hay un aumento en la pérdida de energía. 

“La energía renovable puede desempeñar un enorme papel en Gaza”, asegura Bisan. Por ejemplo, los sistemas solares pueden ayudar a producir electricidad y reducir la contaminación del aire en Gaza. Sobre el terreno y en el campamento donde vive Bisan, la estación solar Bioenergy podría reducir la salinidad del agua y, gracias a ello, la población podría obtener agua potable del grifo.  

Los sistemas solares populares en Gaza están conectados a la red, lo que significa que se podría volcar el remanente de energía producida en la red pública. Esto ayudaría a superar el problema de los cortes de electricidad, que a menudo se extienden durante gran parte del día y han desgastado servicios esenciales, como el sanitario o el saneamiento del agua.  

Durante el desarrollo de su proyecto, Bisan ha tenido que superar muchas carencias de equipamiento. “El bloqueo prohíbe muchos materiales. Hoy material médico que no entra, imagínate motores”, se lamenta.  

A pesar de las dificultades, Bisan, como otras muchas personas, se las ingenia para hacer frente a los obstáculos. Recicló los generadores de los limpiaparabrisas de los coches para sustituir a un motor que Israel no permite entrar en la Franja. “Intentamos buscar alternativas”, explica.  

Para la joven palestina, el medio ambiente es esencial a la hora de pensar en el futuro de la investigación. Las nuevas generaciones de investigadores en la Franja han propuesto alternativas, como la reutilización de plásticos, para hacer proyectos sostenibles. “Hay muchas cosas que hemos cambiado”.  

“El petróleo se terminará. Además de la polución que causa. Eso nos hace recurrir a la energía renovable, que es limpia, con costes más baratos en comparación con el diésel o la gasolina”, explica Bisan. En el contexto de Gaza, donde la escasez de recursos es habitual, la mentalidad ecológica, como la suya, mejoran la calidad de vida de la población y cuidan el medioambiente para tener un futuro mejor.